viernes, 2 de diciembre de 2011

¿Hablas o bailas?


El pasado miércoles, disfrutamos de una charla dada por Pep Rubio sobre "Comunicación NO verbal" y sobretodo relacionada con el ámbito profesional ya sea en un auditorio, conferencias, etc. como en algo más privado como pueda ser una entrevista de trabajo. En todos estos lugares es inevitable que afloren reacciones fisiológicas como el nerviosismo ya que es algo innato en nosotros cuando estamos en un lugar donde no estamos del todo seguros. 




El lenguaje sirve para informar, actuar para que el público tenga alguna reacción, influir para cambiar una opinión o crear otra y finalmente, para entretener que es la más representativa aunque no siempre es la que significa que hayas conseguido lo que querías. Conseguir lo que quieres, a la hora de realizar un discurso siempre es convencer o llegar a un acuerdo con alguien y esto se consigue a través de la persuasión, la argumentación y como no, la manipulación, que aunque digamos que no a veces, todos la usamos para nuestros fines. 

Algo que también me pareció muy interesante es cuando Pep recalcó la importancia de que hay que intentar adaptar tu comunicación no verbal a todos los ámbitos, de forma que estés delante del público que estés sepas controlar tu comunicación no verbal. Además de que no todos los aspectos importantes en este tipo de comunicación son igual de importantes en un lugar que en otro, por ejemplo, el aroma no es igual de importante cuando te diriges a un auditorio que cuando estás en una reunión en un despacho. 

Dado que tenemos que tener nuestra comunicación no verbal controlada es importante que busquemos nuestros propios trucos mentales para intentar no ponernos histéricos y controlar la situación. Un recurso del que nos habló Pep en la charla es la música, según él la gran olvidada de la comunicación no verbal. La música sirve para inyectar emociones y podemos utilizarla para conseguir un estado de ánimo en nuestro público o incluso para conseguir tener nosotros mismos un estado de ánimo u otro. 

De una forma u otra, hay que conseguir que las determinadas manías que tengamos en cuanto a comunicación no verbal, desaparezcan o que se disimulen poco a poco, ya que algunos gestos son innatos de la persona y son difíciles de controlar hasta eliminarlos, por ejemplo, los de la siguiente imagen que estamos tan acostumbrados a ver son innatos. 

Otro aspecto importante a destacar es si es más importante ¿el contenido o la forma? o mejor dicho ¿lo que se dice? o ¿cómo lo estamos expresando a través de nuestra comunicación no verbal? La respuesta es que los dos son igual de importantes y tienen que complementarse en su justa medida. 

Para concluir, comentaré por qué he decidido ponerle ese título a la entrada: ¿Hablas o bailas? Me pareció de lo más interesante de la charla ya que más de uno tenemos miedo a hablar en público por miedo escénico o miedo al ridículo, pero como dijo Pep Rubio, hablar es como bailar, una vez lo pruebas, se te va la vergüenza y te acostumbras y ya no paras de hacerlo porque te vas soltanto. Así que, ¿por qué no hacerlo? Para todo hay una primera vez y para hablar en público también así que tendremos que dejarnos la vergüenza en casa y darle rienda suelta a la oratoria, que no muerde. 



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